«Todas las grandes ciudades me entusiasman, esa multitud de calles y de rostros, esos imprevistos brotes arquitectónicos semejantes a líneas de pentagrama que convergen, se oponen y a veces parecen confundirse. Las ciudades son el esplendor de ruidos, formas, hedores, una suerte de caos controlado que refleja todas las maravillas y la variedad que hay en nosotros. Son espejos y grutas donde lo hermoso y lo feo a menudo se entrelaza, como en una espiral de luz y de tiempo. Yo no puedo vivir sin la ciudad; sus ruidos me calman, me dan la impresión de formar parte de un locus, de un lugar donde puedo elegir ser invisible, en la comodidad de mi anonimato en medio de la agitación del cambio.»
NUEVA YORK, Cuaderno de viaje (Anaya Touring), textos de Jerome Charyn, dibujos de Fabrice Moireau.